La proyección y la “conversación” con el exterior son cada vez más críticas, y pasan por el reto de abordar con éxito una audiencia global millonaria con una gran cantidad de idiomas y de culturas diversas. Comprender su contexto aporta un enfoque beneficioso y necesario para la gestión y la adaptación de contenidos dirigidos a todo el mundo, especialmente en una sociedad y una economía que están cada vez más interconectadas y son altamente exportadoras.